7. El comercio y la escritura

Después de varios años trabajando como comerciante has alcanzado la prosperidad. Tus riquezas han aumentado hasta convertirte en una persona importante y conocida en la ciudad.

Al principio casi todos los beneficios se los quedaba tu Maestro-artesano, mientras que tú y la Mujer-valiente ganabais poco. Pero como se os daba bien, el mismo maestro os convirtió en socios y pasasteis a repartiros los beneficios a partes iguales.

Por tus viajes también aprendiste los idiomas de las ciudades a donde ibas a comerciar: arameo (idioma de Jerusalén y Damasco) fenicio (idioma de las ciudades fenicias) y acadio (idioma Babilonia  y las ciudades mesopotámicas).

Para calcular los beneficios y los impuestos, fue necesario llevar un registro de los gastos y las ventas. Como acumulaste mucha riqueza, contrataste a escribas para que te llevasen las cuentas mientras tu viajabas buscando nuevos mercados donde vender tus productos. Los escribas que trabajaban para ti te enseñaron a leer y a escribir.

Como quieres practicar, vas a escribir una anécdota que te pasó en uno de tus viajes:

https://docs.google.com/forms/d/e/1FAIpQLSfLXt6jf1gpGifWINnYoIvMXMp3deiOZvxV7mbjGeazhsdJew/viewform?usp=sf_linkMisión 7:  cuenta una anécdota inventada que te pasó en tus viajes por Fenicia, Mesopotamia o Grecia. Has de evitar los anacronismos.